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Saltos en el tiempoSchöck – Desde 1962 hasta la actualidad

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Eberhard Schöck nunca se detenia a hablar demasiado:
se arremangaba y se ponía manos a la obra para ayudar.

Konrad Huber, antiguo pulidor en Schöck
BIENVENIDA

Lo que se conserva

Nuestro año de aniversario lo asociamos a un momento muy importante para nosotros. Nuestro padre murió el pasado mes de enero a la edad de 86 años tras una larga enfermedad en su segunda patria, Marbella, rodeado de toda su familia. Así es como lo había deseado. Queremos agradecer a nuestra madre su gran compromiso personal durante todos estos años. Como es natural, desde hace mucho tiempo mi padre ya no participaba activamente en la empresa ni en la fundación. Por ello, quizás todavía me conmuevan más las numerosas condolencias llenas de cariño y amor. En ellas puedo apreciar aquellos rasgos que conformaban su carácter: trabajador, justo, cercano y modesto.

Durante mis años de formación en la empresa, pude experimentar lo versátil que es el mundo de la construcción. Siendo todavía muy joven, realicé unas prácticas en el departamento de delineantes y en una obra en Baden-Baden. En la actualidad, aún me siento fascinada por el enorme vibrador de hormigón que sostenía desde arriba en el muro recién hormigonado.

Probablemente, el entusiasmo de mi padre también debió despertarse de forma similar cuando ayudó a construir la casa de sus padres en Nürtingen. Tras completar un aprendizaje como albañil y estudiar ingeniería civil, fundó una empresa que después de seis décadas sigue estando muy viva. Nunca le importaron los lujos ni los símbolos de estatus, pero la continuidad de la empresa sí le preocupaba mucho. Por ello, creó las fundaciones y convirtió la empresa en una AG. En la situación actual, sin duda creo que fue la decisión correcta.

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Mike Bucher, Director general de Schöck AG

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Inicio

A principios de los años 60 se dieron las circunstancias ideales para fundar una empresa. El milagro económico alemán seguía en pleno apogeo, la economía estaba en auge y la construcción de viviendas estaba en expansión. En 1965, Eberhard Schöck incluso habló de una «sobrecoyuntura» con respecto a la actividad del sector de la construcción de aquellos años.

MODERNIZACIÓN DE LA
CONSTRUCCIÓN

En 1962, Eberhard Schöck, licenciado en ingeniería, funda una pequeña empresa dedicada a la construcción. Con el nombre «Schöck Bautrupps», en un principio se especializa en la construcción de sótanos para casas prefabricadas. Su lema: «¡Modernizar la construcción!»

El 2 de abril de 1962, Eberhard Schöck junto con cinco albañiles empieza a trabajar en la primera obra: la construcción de sótanos para cuatro viviendas unifamiliares en la ciudad alemana de Zell am Harmersbach. Las primeras cuadrillas de la empresa permanecen en la obra de lunes a viernes en una caravana; trabajan por un sueldo en función de los resultados y a menudo durante el día y la noche. De ahí que rápidamente se les apodara como: «La salvaje cuadrilla de Schöck».

1962 Fundación de la ­empresa
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DESDE EL PRINCIPIO ANHELABA
CONSTRUIR MEJOR

Su trayectoria profesional comenzó con la construcción de la casa de sus padres en los años de la posguerra. Tenía 15 años. Sus padres habían comprado un terreno en Nürtingen, Stuttgart, y habían encargado las obras de cimentación y estructura a una empresa constructora. Eberhard Schöck participa desde el primer momento y colabora en las tareas de excavación. Es un trabajo pesado, pero interesante.

El joven se siente tan fascinado por cómo se construye una casa paso a paso que pronto anhela aprender el oficio de constructor. Una vez terminado el bachillerato, realizó primero un aprendizaje como albañil y luego estudió ingeniería civil en las escuelas técnicas de arquitectura de Stuttgart y Hamburgo. Sus primeras experiencias en una obra y el aprendizaje de un oficio le permiten convertirse en un empresario sin igual. Desde un principio, Eberhard Schöck deseó construir casas mejores.

Con los pies en la tierra, siempre abierto a nuevas ideas, cercano a la gente y muy innovador y creativo, logró construir paso a paso un pequeño imperio que hoy lleva un gran nombre: el Grupo Schöck. Schöck tiene presencia a escala internacional y desarrolla crecimiento e innovaciones con la fiabilidad de un ingeniero, la precisión de un profesional y la perseverancia de una empresa.

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Hitos

Desde sus comienzos, la empresa Schöck cosechó múltiples éxitos. Eberhard Schöck sabe cómo dirigir su empresa en la dirección correcta. Y tanto su esposa como sus empleados le apoyan para lograrlo. De este modo, establece con gran habilidad varios pilares para el futuro éxito de su proyecto y protegerlo de las crisis.

EN BADEN-BADEN A NIVEL NACIONAL
Y CON PRESENCIA INTERNACIONAL

Poco después de la fundación de «Schöck Bautrupps», la empresa se expande inicialmente en Baden-Baden y se traslada de Varnhalt a Steinbach. Si bien en un principio la cuadrilla de obreros se dedicó a la construcción de sótanos para casas prefabricadas, paralelamente Schöck fue desarrollando la producción industrial de ventanas de sótano y pozos de luz. Al mismo tiempo, Schöck fabrica elementos de hormigón y a finales de los años 70 se afilia al gremio de profesionales del sector de la construcción Baumeisterkooperation.

El gran salto llega poco tiempo después con el famoso Isokorb, que sigue siendo un éxito de ventas en la actualidad. A medida que la empresa va creciendo, se añaden otros centros además de Baden-Baden.

En 1977, se crean almacenes de distribución en toda Alemania. Dos años más tarde se produce el salto a Europa, con presencia en Austria y Suiza. Tras superar la crisis de la construcción que se produjo a finales de los 90, Schöck despega realmente a nivel internacional a partir de 2004. En la actualidad, las soluciones de Schöck se comercializan con empresas y socios de distribución propios en un total de 40 países.

 

1962
2 de ABRIL de 1962

En 1962, Eberhard Schöck sienta las bases del grupo empresarial Schöck con la fundación de su empresa «Schöck Bautrupps».

 

1967
TRASLADO DE VARNHALT A STEINBACH

El traslado al centro actual en el polígono industrial de Steinbach es imprescindible, ya que la empresa necesita más espacio.

1969
VENTANA DE SÓTANO INPOR 5 2000

Se empieza a comercializar la ventana de sótano Inpor 5 2000.

1972
PRESENTACIÓN DEL POZO DE LUZ

Schöck presenta el primer pozo de luz de poliéster reforzado con fibras de vidrio. Se trata del primer pozo de luz de plástico de Europa.

1977
INICIO DE SCHÖCK BAUTEILE GMBH

Schöck Betonelemente GmbH cambia su nombre a Schöck Bauteile GmbH. La empresa se convierte en un experto líder de mercado en productos para ventanas de sótano y pozos de luz.

1979
EN TODA ALEMANIA

Se construyen almacenes de distribución para ventas en toda Alemania. Tras su disolución, el almacén de Essen (Altenessen) se convierte en una planta de producción.

1979
AUSTRIA/SUIZA

Schöck Bauteile GmbH comercializa por primera vez productos a través de filiales extranjeras en Suiza y Austria.

1983
LANZAMIENTO AL MERCADO DEL PRIMER ISOKORB TIPO M

En 1979, Schöck desarrolló la idea de su principal producto actualmente, el Schöck Isokorb, que se presentaría cuatro años más tarde. El Schöck Isokorb es un elemento aislante y soportante para minimizar puentes térmicos en componentes en voladizo (p. ej., balcones).

1985
FRANCIA

En Francia se funda la sociedad Schöck SARL. Esta se encarga de la venta de productos para sótanos en las regiones fronterizas.

1985
TRONSOLE

Con Tronsole, en 1985 Schöck lanza al mercado otro producto innovador: Tronsole es un elemento de amortiguación acústica, que ofrece una protección acústica segura y que se presenta como una ejecución libre de puentes acústicos para escaleras para una alta calidad de vida.

1992
CREACIÓN DE LA FUNDACIÓN EBERHARD SCHÖCK

La fundación Eberhard Schöck es una institución benéfica privada. Su principal tarea es promover el trabajo profesional, especialmente en Europa Central y del Este. Otra de sus principales actividades es el fomento del idioma alemán a nivel nacional e internacional. Además, otorga distintos premios y distinciones.

1993
FUNDACIÓN DEL HOLDING

Fundación de Schöck AG como holding para asegurar la continuidad de la empresa. Eberhard Schöck deja de participar en las operaciones comerciales.

1995
PAÍSES BAJOS

Desde 1989, Schöck opera en el mercado de los Países Bajos con un socio distribuidor. El exitoso lanzamiento al mercado de los productos lleva en 1995 a la fundación de una filial propia en los Países Bajos.

1997
PRESENTACIÓN DE COMBAR

Combar es una barra de material compuesto de fibra de vidrio desarrollada por Schöck. La combinación de fibras de vidrio y resina actúa como una armadura exenta de corrosión.

2001
HUNGRÍA

Schöck se expande a Hungría. Al mismo tiempo, en el curso de una nueva orientación estratégica de la empresa, Schöck vende el área de negocio de productos para sótanos y se concentra en soluciones para reducir puentes acústicos y térmicos, así como en la tecnología de armadura. Una nueva estrategia basada en innovaciones y la internacionalización fomenta y consigue un crecimiento rentable.

2001
REINO UNIDO

Schöck se mantiene en su tendencia al alza y amplía su distribución con la fundación de Schöck Ltd. en el Reino Unido.

2007
POLONIA

En Polonia se crea una sociedad propia para ampliar las actividades de comercialización. Además, Schöck inaugura en Tychy otro centro de producción.

2009
BÉLGICA

En Bélgica prosigue la expansión.

2009
ITALIA

Schöck refuerza las ventas en Italia, sobre todo en el norte del país.

2009
CANADÁ

Con una sociedad propia en Canadá, Schöck amplía sus actividades de comercialización internacionales por primera vez fuera de Europa. A continuación, Schöck se expande a los EE. UU.

2009
EMIRATOS ÁRABES UNIDOS

Se llevan a cabo proyectos con Combar en Dubái.

2011
RUSIA

Con una empresa de distribución en Moscú, Schöck se sigue expandiendo hacia el Este. Se llevan a cabo las primeras grandes obras.

2012
CREACIÓN DE LA FUNDACIÓN DE LA FAMILIA SCHÖCK (SFS)

La GmbH benéfica se fundó por iniciativa de Sabine Schöck. Esta institución apoya proyectos para promover la formación escolar y profesional en India, Nepal y algunos países de África, así como proyectos de patrocinio y sociales en Baden-Württemberg.

2016
INICIATIVA DE EXCELENCIA «EMPRESA DEDICADA A LA PROTECCIÓN CLIMÁTICA»

Schöck es miembro de la iniciativa de excelencia en toda Alemania y a nivel intersectorial «Empresa dedicada a la protección climática» en Alemania y persigue el objetivo de un cambio acelerado a la neutralidad climática.

2017
CENTRO DE HALLE (SAALE)

Después de diez meses de construcción, Schöck ha inaugurado en el centro de Halle (Saale), en el polígono industrial de Halle-Ost en Landsberg, una nueva nave de producción. Junto con empleados, socios e invitados del mundo de la política y la economía, con el corte simbólico de la cinta quedará inaugurado el edificio de 1000 metros cuadrados y diez metros de altura.

2018
ISOLINK

Isolink es una fijación sin puentes térmicos para fachadas suspendidas con ventilación trasera. La fijación de fachada está formada por Combar y una rosca de conexión de acero inoxidable.

2018
MEDALLA STAUFER

Eberhard Schöck recibe la medalla Staufer de plata. Con esta distinción del Land Baden-Württemberg por su trayectoria profesional, se reconocen sus múltiples innovaciones de producto en el sector de la construcción y sus actividades sostenibles y sociales tanto a nivel nacional como internacional.

2020
MEDALLA STAUFER PARA LA SRA. SCHÖCK

Por su compromiso voluntario y muy versátil durante muchos años, así como por sus méritos y su interés por el bien común, Sabine Schöck ha recibido la medalla Staufer del Land Baden-Württemberg 2020.

2021
SCONNEX

Como especialista en aislamientos térmicos portantes, Schöck cierra el último gran puente térmico en edificios con una novedad mundial: Schöck Sconnex amortigua muros y puntales de hormigón armado directa y continuamente. De este modo, pueden reducirse los puentes térmicos y diseñarse el nivel de aislamiento sin interrupciones.

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Actitud

Lo que hace que Schöck sea especial es, ante todo, su enfoque en las personas, tanto por parte de los empleados como de los clientes y socios comerciales. De ahí se desarrolla una viva cultura de la innovación, a partir de cuyos resultados se respalda finalmente el trabajo de la fundación. 

LA PERSONA ES LO
MÁS IMPORTANTE

ROBIN SCHÖCK, HIJO DEL EMPRESARIO EBERHARD SCHÖCK, COMENTA LA ACTITUD DE SU PADRE EN LA EMPRESA

«La persona es lo más importante: esta ha sido siempre la base de las actividades empresariales de nuestro padre Eberhard Schöck. En primer lugar, se refiere a cada uno de los empleados y empleadas, a los que debe ofrecerse un puesto de trabajo en el que trabajen de forma independiente y responsable. Los empleados satisfechos crean un entorno de trabajo en el que las personas disfrutan trabajando con eficacia, lo que da lugar a excelentes productos con una alta calidad de producción y, por tanto, clientes satisfechos. Esto incluye también la actitud básica liberal, que no se basa en las ventajas sino en el rendimiento profesional. Por ello, no evaluamos en función del sexo, la edad, el color de la piel, la religión ni el origen. La persona es lo más importante. Nosotros, los hijos del fundador de la empresa, lo hemos interiorizado y consideramos que nuestra tarea es mantenerlo en la empresa Schöck y en las dos fundaciones, además de impulsarlo y adaptarlo constantemente a las nuevas circunstancias».

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MARGARETA DROLL
Antigua empleada del departamento comercial durante muchos años

Para mí sigue siendo el jefe ideal. Aunque él mismo estaba totalmente absorbido por su propio trabajo, siempre se mostraba comprensivo con todos los empleados. Siempre tenía tiempo para nosotros. Incluso, o quizás en ese caso todavía más, cuando se trataba de asuntos privados. Podías dirigirte a él en cualquier momento. Podíamos cometer algún error, pero nuestro jefe nunca se enfadaba.

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Martin Fenchel, Licenciado en ingeniería, trabaja desde setiembre de 2011 como ingeniero de desarrollo en Schöck.

Sr. Fenchel, ¿de qué conocía a Schöck?

MARTIN FENCHEL: Schöck era conocido en el KIT (Instituto de tecnología de Karlsruhe). No solo por el nombre de la empresa, sino también por el «Premio a la innovación en construcción Schöck». Además, en una ocasión visité la empresa Schöck con nuestros alumnos como parte de una excursión.

¿Qué le pareció la empresa Schöck en ese momento antes de ser contratado?

MARTIN FENCHEL: Fue todo un cambio, porque yo venía de la tecnología de los materiales de construcción y había sido profesor durante muchos años. Pero la empresa Schöck ya era muy conocida entre nosotros, en concreto tres de mis compañeros se habían trasladado allí. En cualquier caso, siempre he considerado que se trata de una empresa muy innovadora.

¿Al principio tuvo algún tipo de relación con el Sr. Schöck?

MARTIN FENCHEL: No, en realidad no. Cuando empecé a trabajar en la empresa, hacía ya más de 20 años que el Sr. Schöck no estaba en activo. No obstante, de vez en cuando se dejaba ver por los distintos departamentos. Siempre me pareció muy agradable, simpático, te escuchaba e incluso podía llegar a ser ‘guay’.

¿Hasta qué punto ‘guay’?

MARTIN FENCHEL: Bueno, era muy atento, sabía cómo moverse y también era bastante directo. Cuando yo acababa de incorporarme en el departamento de desarrollo, en una de sus visitas hablamos, por ejemplo, del trabajo de desarrollo actual del Isokorb y del Tronsole. Me dijo: «Bueno, cuando queráis vosotros también podéis desarrollar algo nuevo». – Jaja. La verdad, es que eso nos impresionó mucho y también nos dio que pensar. Era un hombre polifacético que siempre tenía ideas nuevas, aunque a veces no llegaban a buen puerto porque no tenían salida en el mercado.

¿Diría que la innovación forma parte del ADN de Schöck?

MARTIN FENCHEL: Sí, sin duda. Sobre todo en comparación con otras empresas. Simplemente porque tenemos buenas opciones. Creo que esto tenemos que agradecérselo sobre todo al Sr. Schöck, que durante muchos años desarrolló la empresa en este sentido e hizo hincapié en ello.

¿Cómo ha evolucionado la empresa con el paso del tiempo?

MARTIN FENCHEL: En primer lugar, la empresa ha evolucionado y ha crecido sobre todo a escala internacional. Cuando empecé hace diez años éramos 450 empleados. Actualmente, somos 1100. Sin duda, se trata de un crecimiento enorme. No obstante, el ambiente de trabajo sigue siendo bueno, muy familiar, y el lema «Somos Schöck» está totalmente presente. En conjunto podría decirse que Schöck se caracteriza por una transparencia inusual frente a las nuevas ideas. Esto también se refleja en nuestras múltiples patentes, además de que cada año se añaden otras nuevas. Nuestra tarea consiste principalmente en ser más rápidos que el sector de la construcción, identificar las tendencias e introducir cosas que el mercado todavía no solicita. Yo soy responsable de la organización de estas patentes y puedo estimarlo perfectamente. También cabe mencionar que disponemos de un comité directivo de innovaciones. Y además poseemos un denominado «Proceso de mejora continua», en el que todos los empleados pueden aportar ideas y propuestas de optimización. En caso de que la propuesta se lleve a cabo, se ofrece una bonificación del diez por ciento del ahorro logrado en el primer año. Fácilmente puede tratarse de unos cuantos miles de euros. En este sentido, Schöck es una empresa muy progresista. Pero por encima de todo, Schöck se caracteriza por una frase: «El movimiento se demuestra andando». Y la verdad es que siempre me ha gustado mucho.

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Dieter Binz, primero jefe de obra y después supervisor del departamento de producción.

Dieter Binz trabaja en Schöck desde el principio. Junto con otros colegas, empezó a trabajar en la empresa de construcción el 6 de mayo de 1963 como la «cuadrilla de enlucido». Posteriormente, llevó a cabo su formación como supervisor en Schöck.

Sr. Binz, usted trabaja en Schöck desde sus inicios. Explíqueme cómo eran las primeras obras.

DIETER BINZ: Sí, soy de los empleados más antiguos. Las primeras obras en las que trabajó la «cuadrilla de enlucido» tenían como finalidad la construcción de sótanos. Posteriormente, participé como capataz en la construcción de un bungalow en Karlsruhe y de un edificio residencial en Heidelberg. El trabajo era duro, pero satisfactorio. Dormíamos en una caravana dentro de la misma obra y competíamos para superar los horarios en la medida de lo posible. Trabajábamos mucho, a veces incluso por la noche. Pero nos sentíamos a gusto y por eso no nos importaba. Al regresar a casa el fin de semana, si podíamos nos reuníamos con otros capataces en un pub el viernes por la noche para rematar la semana juntos. Éramos como una gran familia.

¿De dónde venía esa ambición?

DIETER BINZ: Bueno, éramos jóvenes y necesitábamos el dinero. Jaja. No, bromas aparte. La verdad es que con este método ganábamos más dinero, porque cobrábamos en función del rendimiento. De hecho, a raíz de ello nos ganamos el nombre de «La salvaje cuadrilla de Schöck». Trabajábamos principalmente con bloques ‘Hinse’ (grandes bloques de construcción hechos de piedra pómez con cámaras huecas, que se colocaban unos encima de otros en un método de construcción en seco y luego se hormigonaban o también se les añadían piezas de acero según fuera necesario).

¿En esa época, Eberhard Schöck también trabajaba en la obra?

DIETER BINZ: Por supuesto. Era organizador y jefe de obra, alguien con quien podías hablar sobre cualquier cosa. Al principio, la Sra. Schöck también se encargaba de lavar la ropa de la caravana y nos pagaba el dinero para los gastos cada semana.

Sin duda, un buen tándem. ¿Cuánto tiempo duró esto?

DIETER BINZ: Hasta los años 70. En ese momento, Manfred Dierichs asumió la dirección de la empresa constructora. Mientras tanto, Eberhard Schöck se dedicaba a sus inventos. Por ejemplo, hizo experimentos con elementos prefabricados de hormigón para agilizar aún más la construcción, como las ventanas con persianas y balaustrada.

LA FUNDACIÓN EBERHARD SCHÖCK –

TRANSFORMACIÓN MEDIANTE FORMACIÓN

Para aquello que se quiere aportar al mundo no solo basta la voluntad, sino que el hecho también es decisivo. Y, en este caso, no solo el empresario Eberhard Schöck ha realizado una gran aportación, sino toda la empresa.

A finales de 1992, Eberhard Schöck creó una fundación para el entendimiento internacional con Europa del Este y el fomento de la formación de jóvenes profesionales. La formación en Rusia, Ucrania, la República de Moldavia y Georgia se está modernizando sobre la base de modelos occidentales. En estos países hay una gran demanda de trabajadores especializados, pero por lo general la formación está anticuada y poco orientada a la práctica. En colaboración con los socios in situ, se revisan los planes de formación, se ofrece formación a los instructores y se sanean las clases y los talleres para desarrollar e implementar los proyectos con éxito.

 

FUTURO MEDIANTE FORMACIÓN –

LA FUNDACIÓN DE LA FAMILIA SCHÖCK

La fundación Schöck-Familien-Stiftung gemeinnützige GmbH fue fundada en 2012 a iniciativa de Sabine Schöck. Con esta fundación, actualmente la familia Schöck apoya sobre todo proyectos para promover la formación escolar y profesional en India, Nepal y algunos países de África, así como proyectos de patrocinio y sociales en Baden Württemberg.

Principalmente, su cometido es ayudar a asociaciones existentes y otras fundaciones a desarrollar e implementar sus proyectos con éxito. Para la familia es muy importante que las personas desfavorecidas puedan llevar una vida satisfactoria y responsable gracias a una ayuda adaptada a sus necesidades y a una buena educación y formación.

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Personas

Para Schöck las personas son lo más importante. ¡Desde el principio!

PARA SCHÖCK las personas son lo más importante desde el principio. Tanto si es un empleado como un cliente. «Sin buenos empleados no funciona», afirmó el propietario de la empresa Eberhard Schöck. Schöck también adopta un enfoque especialmente cuidadoso con los empleados en lo que respecta a su desarrollo personal y su seguridad. El hecho de que la mayoría de empleados permanezcan en la empresa durante muchos años o incluso hasta la jubilación hay que agradecerlo a los principios de Schöck y a la actitud de la empresa. Porque la filosofía de la empresa resuena entre los empleados, se gana su respeto, gratitud y buenas palabras.

COMO FABRICANTE LÍDER DE COMPONENTES queremos simplificar la construcción y hacer que el mundo sea un poco mejor. Y para ello necesitamos a las personas, esta es la idea de Schöck. Y que la empresa pone un gran empeño en ello no solo se manifiesta en su gama de productos, que facilita la vida y la construcción, sino que también se refleja en el compromiso de las personas, que lo devuelven ampliamente y con gusto.

La empresa Schöck destaca PRINCIPALMENTE POR EL TRATO a las personas. Ya desde un principio, Schöck se comprometió con la formación y el perfeccionamiento de sus empleados y les ofreció la posibilidad de crecer y participar. Sobre esta base, Eberhard y Sabine Schöck crearon dos fundaciones dedicadas al bien común.

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Martina Riebold trabaja en la empresa desde 1988 y fue secretaria del fundador de la empresa.

Sra. Riebold, usted se incorporó muy pronto en la empresa Schöck y empezó a trabajar como secretaria del Sr. Schöck. ¿Cómo sucedió?

MARTINA RIEBOLD: Cuando empecé a trabajar en Schöck era relativamente joven. Déjeme pensar. Era el año 1988, me había formado como administrativa en una empresa de construcción y ya tenía algunos años de experiencia. Con apenas 25 años consideré que era el momento de cambiar. Había visto un anuncio en el periódico y presenté mi solicitud como secretaria. Durante la entrevista de trabajo, estaban frente a mí el Sr. y la Sra. Schöck, el Sr. Dierichs, gerente de la empresa de construcción, y su secretaria. Todos me entrevistaron.

Entonces, ¿la Sra. Schöck también la contrató?

MARTINA RIEBOLD: Sí, después de la entrevista la Sra. Schöck me hizo pasar a máquina el acta de la entrevista en su despacho para comprobar cómo realizaba esta tarea. Y lo hice sin fallos. 

¿Así que sustituyó a la Sra. Schöck como secretaria de su propio marido?

MARTINA RIEBOLD: Hasta ese momento, la Sra. Schöck había realizado trabajos de oficina a media jornada para su marido. Para ella, fue un gran alivio poderse ocupar de forma más intensiva a partir de ese momento de sus múltiples proyectos.

¿Hasta qué punto?

MARTINA RIEBOLD: Bueno, desde el principio se comprometió plenamente con la empresa, forjó los valores de la empresa junto con su marido y fue muy exigente en todo lo que hizo. También apoyó a su marido en sus innovaciones desde el punto de vista creativo y, por ejemplo, tuvo la idea de dar forma ovoide al pozo de luz. Crió a cuatro niños y también dedicaba tiempo a su labor literaria. Su sueño era editar sus propios libros. Durante dos años fui secretaria del Sr. Schöck y, a continuación, también pasé a ser secretaria del gerente de Bauteile GmbH. De todos modos, trabajé para Eberhard Schöck hasta su muerte.

¿Así que se mantuvo fiel al Sr. Schöck?

MARTINA RIEBOLD: Sí. Él tenía poco más de 50 años y yo veintitantos y pude aprender mucho de él, al igual que de la Sra. Schöck. Los dos tenían personalidades muy distintas. Mientras que la Sra. Schöck prefería por ejemplo un estilo educativo antiautoritario, el Sr. Schöck era más clásico en cuanto a la autoridad, aunque no excesivamente. Ambos eran emprendedores y siempre me gustó trabajar para el Sr. Schöck.

¿Qué impresión tenía del Sr. Schöck en ese momento?

MARTINA RIEBOLD: Aparte de que siempre fue un jefe muy amable, siempre se mostró interesado por lo que pensaban sus empleados. A menudo pasaba por las distintas naves, hablaba con ellos y les preguntaba si tenían alguna idea de mejora o quizás inventos propios. Era una persona muy empática. Muy amable.

Al fin y al cabo, él mismo también creó algunos inventos. ¿Participó en ellos y tuvieron siempre éxito?

MARTINA RIEBOLD: Tuvo algunas ideas muy exitosas. Pero no todas resultaron ser útiles. Todavía recuerdo la idea de la señora Schöck de intentar inventar algo contra los caracoles que siempre provocaban destrozos en el jardín de Varnhalt. Ambos perseguían la idea de construir una valla para caracoles que evitara que estos animales entraran en el jardín. Pero se quedó en nada, porque ya había algo así en el mercado. Trabajaba en todo lo que despertaba su curiosidad y tenía un extenso archivo colgado lleno de solicitudes de productos. Este incluía muchos inventos que no llegaron a nada o que simplemente fracasaron. De todos modos, es normal que alguien con tanta inventiva a veces se equivoque. Yo mismo nunca he inventado nada, pero de vez en cuando tenía una idea y se la contaba.

¿Entonces fue su secretaria hasta hace dos años?

MARTINA RIEBOLD: El Sr. Schöck padecía una enfermedad pulmonar desde su infancia. Esa era también la razón por la que a menudo se trasladaba a Suiza a recuperarse de su asma bronquial. Cuando se encontraba bien no paraba: preparaba talleres, creaba círculos de innovación, cuidaba de sus empleados, organizaba concursos de ideas con un jurado selecto y siempre buscaba nuevas ideas e inspiración. Una vez jubilado, acudía a la empresa como mínimo dos horas al día. Pero hace dos años, a la edad de 84 años, ya no pudo seguir haciéndolo por motivos de salud.

¿Cómo ha cambiado la empresa Schöck o el ambiente de trabajo con el paso del tiempo?

MARTINA RIEBOLD: En 1988 la empresa era más fácil de manejar simplemente porque era más pequeña. Lo que hoy en día son los departamentos, en esa época eran la empresa de construcción, los componentes y las empresas de construcción sólida. Los logros más modernos fueron un fax y ordenadores monopuesto. Los colegas del servicio de correo repartían el correo dos veces al día y también se dedicaba tiempo a alguna que otra charla, a la que se sumaba el Sr. Schöck. También se organizaban rutas en bicicleta y torneos de fútbol u otras excursiones conjuntas. Actualmente, debido a la internacionalización de la empresa y a su volumen todo esto ya no es posible. Y el ritmo de trabajo también es otro. Ahora los empleados valoran mucho más disponer de tiempo libre y prefieren pasarlo con la familia o sus amigos. La conciencia por el trabajo simplemente ha cambiado. De todos modos, también ofrece algunas ventajas. El trabajo con el Sr. Schöck siempre fue agradable y nos entendimos muy bien, porque los dos éramos unos apasionados de la construcción.

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Rainer Binz, 36 años de comercial.

Sr. Binz, ¿cómo empezó su larga relación con la empresa Schöck?

RAINER BINZ: Había finalizado mis prácticas en un comercio de productos siderúrgicos. Y entre los colegas comentábamos que había un cliente que nos gustaba especialmente: Eberhard Schöck. En ese momento, todavía era el gerente de una empresa de construcción de la región y compraba materiales para la empresa en la que trabajaba. El Sr. Schöck siempre se mostraba simpático y cortés y su presencia siempre nos llamaba la atención. Se decía que en 1962 había fundado su propia empresa de construcción. Y que en 1967 le siguió la actual «Schöck Bauteile». Mi primo Dieter Binz hacía años que trabajaba en la empresa como capataz y jefe de obra. Además, tenía un contacto estrecho con el Sr. Schöck. Eso fue lo que me llevó a hablar directamente con el Sr. Schöck y preguntarle si había algo que yo pudiera hacer para él en la empresa recién fundada. Dije que sí y nunca me he arrepentido.

Antes nunca había trabajado tanto con componentes.

RAINER BINZ: No, por eso el Sr. Schöck me envió a realizar unas prácticas de octubre de 1967 hasta marzo de 1968 en distintas obras, donde podía verlo y aprenderlo todo. Al regresar trabajé en «Schöck Betonelemente GmbH» casi como ‘chico para todo’. Al principio, me encargué sobre todo de que recibiéramos encargos. Porque del mercado todavía no recibíamos ningún encargo, como era de esperar. 

¿Trabajaba entonces conjuntamente con el Sr. Schöck?

RAINER BINZ: Al principio, discutía con él cuestiones técnicas y de cálculo. Lo más especial de nuestras reuniones era que el Sr. Schöck siempre tenía tiempo para mí y lo aprovechaba. Nunca me dijo: «Ahora no hay tiempo para esto». Nunca. Era amable y se mostraba interesado, preguntaba, me escuchaba y yo siempre tomaba nota de lo que teníamos que comentar. Éramos muy eficaces. Aprendí mucho de él y la verdad es que con el paso del tiempo incluso llegué a quererle un poco.

¿Se dedicaba entonces el Sr. Schöck solo a cuestiones profesionales?

RAINER BINZ: No, no. También le interesaban las cuestiones privadas. Yo tengo una hija sorda. Un día el Sr. Schöck se dirigió hacia mí y me dijo que quería hablar conmigo. Me preguntó: «Siempre he tenido la impresión de que entre nosotros no hay secretos. ¿Cierto?» «No», respondí, «no los tenemos, en ningún sentido». «Entonces...», dijo él, «he oído que tiene una hija pequeña que es sorda. No me lo había contado». Y era cierto. No se lo había explicado. En lugar de ello se lo habían dicho mis colegas. Antes de tener esta conversación, el Sr. Schöck había acordado con un profesor de Friburgo que mi hija acudiera a su consulta para que la examinara. El Sr. Schöck corrió con los gastos y mi hija se desplazó hasta la consulta de este profesor para que la examinara. Lamentablemente, no pudo hacer nada. Pero fue un gesto muy amable por parte del Sr. Schöck. Era muy humano.

¿Y supongo que eso es lo que hacía también en su empresa?

RAINER BINZ: Sí, efectivamente. En 1970, por ejemplo, introdujo un programa de cooperación en la empresa. Después, se creó un comité que evaluaba una vez al año a los empleados que llevaban más de tres años en la empresa. Se valoraba si eran de confianza o descuidados y si trabajaban en favor de la empresa. Había varios criterios. Si se recibía una valoración positiva, se podía optar a una gratificación. Esta consistía en que el 30 % del beneficio neto anual de la empresa Schöck se fijara como provisión de pensiones con un alto tipo de interés para los empleados. De este modo, esta reserva se convertía entonces en un subsidio para la respectiva pensión. No cabe duda de que era un gran incentivo. Si por ejemplo ya tenías una familia o hijos y querías construirte una vivienda, también cabía la posibilidad de que el reparto se adelantara en partes y se pudieran pagar con él gastos parciales para financiar la casa. Se trataba de una especie de plan de pensiones de jubilación. Este programa había sido una idea del Sr. Schöck y todos estábamos muy motivados y encantados con ella.

¿Así que para usted ha sido un placer trabajar en Schöck?

RAINER BINZ: Sin duda. En realidad, siempre. Mi mujer siempre decía: Te vas a trabajar, vuelves a casa después de muchas horas y todavía te apetece silbar después de una larga jornada laboral. Sí, así fue siempre.

¿Participó también en los inventos de Schöck?

RAINER BINZ: No, no. Eberhard Schöck casi siempre cavilaba solo. En la mayoría de los casos, ocultaba sus ideas incluso hasta un año. Como por ejemplo el pozo de luz de 1970, que fabricó con fibra de vidrio en lugar de hormigón logrando así un componente mucho más ligero (un cinco por ciento del peso del hormigón). Siempre buscaba ideas nuevas. Después de las exposiciones en las respectivas ferias de la construcción, los visitantes de la feria le habían comentado los problemas y procesos de las obras y le habían pedido que buscara soluciones. Ese era totalmente su mundo: prefabricar componentes y mejorar la construcción tanto desde el punto de vista de la técnica como de la calidad.

¿Tuvieron éxito todos los inventos?

RAINER BINZ: No. Por supuesto, no todos. Pero cuando se es tan creativo y pragmático como el Sr. Schöck, eso tampoco importa demasiado. Recuerdo que una vez pedimos por error las láminas equivocadas para las ventanas de sótano que fabricábamos, que estaban embaladas en bolsas para protegerlas de la suciedad, porque no habíamos tenido en cuenta las tolerancias. Teníamos una montaña de láminas. Lo normal es que hubiéramos tenido que tirarlas. Pero al Sr. Schöck se le ocurrió una idea para reciclarlas. En la feria había conocido al empleado de una empresa que fabricaba cremalleras para bolsas de plástico. Se puso en contacto con él y entonces inventó la funda de lona. Sin embargo, el departamento de ventas la utilizó principalmente como herramienta de promoción porque el producto no encajaba del todo en nuestra gama de productos. Más tarde dejamos de producir completamente la funda de lona. 

En su opinión, ¿cuál ha sido el factor decisivo del gran éxito a lo largo de los años?

RAINER BINZ: Sin duda, la estructura del personal de campo ha sido decisiva para el éxito de la empresa. Antes, muy al principio, solo había ocho o diez representantes de ventas, ningún técnico. Pero cuando pasamos del pozo de luz y las ventanas de sótano a productos más técnicos, como el Isokorb, también necesitamos una estructura de ventas distintas. En ese momento, el Sr. Schöck me preguntó: «¿Qué piensa realmente de nuestros productos? Si conoce a alguien que pueda ayudarnos a comercializarlos bien, hágamelo saber y dígame su nombre. «Necesitábamos urgentemente a un jefe de ventas profesional. Conocí a un joven Sr. Kunz que me causó buena impresión y que todavía no trabajaba con nosotros. Le comuniqué el nombre al Sr. Schöck y tras una entrevista con él contrató a Manfred Kunz. Lamentablemente, el Sr. Schöck estaba enfermo el día que Kunz empezó a trabajar por lo que tuvo que presentar solo su revolucionario plan a la plantilla de su departamento. Manfred Kunz logró reestructurar el departamento de ventas sobre una base referida al producto en un 90 % en el plazo de un año. A partir de ahí, se produjo la explosión en las ventas de nuestros productos. El objetivo hasta dicho momento de un 25 % de crecimiento del volumen de ventas al año, lo aumentó junto con su equipo hasta un 60 %. Al año siguiente fue nombrado gerente de Schöck y en 1993 fue nombrado presidente de la junta directiva. Como puede ver en Schöck uno se siente bien tratado y los logros se gratifican. Como conclusión quiero añadir que la empresa Schöck tal y como es hoy en día no sería posible sin una persona como Eberhard Schöck, ni desde el punto de vista técnico e innovador, ni desde el punto de vista humano.

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Gerhard Krzizok, trabajador cualificado del montaje final en Schöck desde 1990.

Sr. Krzizok, ¿cómo llegó a Schöck?

GERHARD KRZIZOK: Ya estaba harto de las obras. Había trabajado en ellas durante más de diez años y necesitaba un cambio. Un día pasé por delante de Schöck y pensé: Oh, una empresa de la construcción, quizás puedan necesitarme. Y así fue. Me planté frente a la puerta, llamé y pregunté si tenían algún puesto de trabajo para mí. Por suerte, justo habían planificado crear un nuevo departamento. Entonces, el Sr. Schöck me pidió una entrevista. Era muy alto y al principio me intimidó un poco e incluso me puse a temblar preguntándome que querría saber de mí. Después, me miró de arriba a abajo, consultó mi documentación y me dijo: «Tiene una experiencia profesional increíble. ¿Sabe leer planos?» «Claro», contesté, «en la obra siempre lo he hecho». Y así fue como de un día para otro empecé a trabajar en Schöck. Fue una época fantástica.

¿Trabajó conjuntamente con el Sr. Schöck?

GERHARD KRZIZOK: No. Yo estaba en el departamento nuevo. Era el departamento especial de materias primas. Así es como lo llamaron. Éramos responsables del procesamiento de las variantes especiales del Isokorb. Normalmente, este tipo de departamentos se denominan «Montaje final de materias primas». En aquel entonces, se discutían y procesaban planes. Al principio solo éramos dos personas, un trabajador no cualificado y yo. Pero ahora somos ochos personas y trabajamos en dos turnos. 

Entonces, ¿no tuvo ninguna relación con el Sr. Schöck aparte de la entrevista de trabajo?

GERHARD KRZIZOK: Sí, sí, pero no directamente. El Sr. Schöck venía a menudo para echar un vistazo a su negocio. Tengo que decir que pocas veces he conocido a una persona tan amable. Siempre que nos visitaba preguntaba: «Joven, ¿necesitas algo? ¿Puedo ayudarte de alguna manera?» Esto nos animaba mucho y demuestra que siempre se mostró interesado. Era muy familiar. Esta actitud también quedó patente cuando mi familia y yo decidimos comprar una casa. Necesitábamos un préstamo y en lugar de dármelo el banco, me lo prestó el Sr. Schöck, es decir, la empresa. Fue realmente increíble. Y, por supuesto, le devolví el préstamo.

Trabajó en el departamento de producción durante más de 30 años y posteriormente también fue miembro del comité de empresa. ¿Cómo fue este proceso?

GERHARD KRZIZOK: Al principio, estuvimos mucho tiempo sin comité de empresa. En ese momento solo éramos unos 100 empleados. También teníamos colaboradores de confianza, pero yo no era uno de ellos. No obstante, algunos colegas cada vez me preguntaban con más frecuencia si me gustaría hacerlo. Cuando se constituyó el comité de empresa en 1997, me incorporé al mismo directamente y con el paso del tiempo me convertí en miembro regular. 

¿Se relacionaba todavía directamente con el Sr. Schöck en esa época, es decir, como miembro del comité de empresa?

GERHARD KRZIZOK: En un primer momento, el Sr. Schöck se mostró algo sorprendido de que fundáramos el comité de empresa. Pero rápidamente lo aceptó. En 1993, se retiró de la gestión activa. No obstante, la sensación de que la empresa Schöck era como una gran familia persistió. En aquella época, los problemas se ponían abiertamente sobre la mesa y se hablaba de todo.

¿Pero nunca trabajó junto con el Sr. Schöck?

GERHARD KRZIZOK: No. Pero trabajé dos o tres años con su hijo Robin Schöck. Si no recuerdo mal se trataba de un trabajo de vacaciones. Era un joven muy brillante y con gran interés y comprendió el trabajo perfectamente. Fue divertido.

¿Cómo ha cambiado la empresa con el paso del tiempo? Ha crecido mucho.

GERHARD KRZIZOK: Ha cambiado mucho. Antes era más familiar. Una vez el Sr. Schöck vino y nos dijo: «Os necesito el sábado, ¿podéis trabajar?» Y por supuesto que podíamos. Era algo natural y poco complicado. Con la internacionalización crecimos muy deprisa. Cada vez se tenía que trabajar más y más rápido.

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Inventos

En 1969, el fundador de la empresa e ingeniero civil Eberhard Schöck realizó su primer invento y lo patentó. Otros siguieron hasta la década de 1980. Establecen nuevos estándares en la industria de la construcción. Algunos de ellos también fracasaron. Sin embargo, el espíritu inventivo continuó intacto hasta los desarrollos de la época moderna.

1969
VENTANAS DE SÓTANO

Basándose en su experiencia práctica en la construcción de sótanos de «Schöck Bautrupps», Eberhard Schöck desarrolló la ventana Inpor S 2000, el estándar de las ventanas de sótano en este sector de la construcción. Se desarrolló en colaboración con ingenieros especializados en racionalización. La primera gama de productos incluía cuatro tamaños estándar con distintos batientes, pintados o galvanizados. En ese momento, Schöck también ofrecía modelos, tamaños y grosores de pared personalizados según deseos del cliente.

1972
POZO DE LUZ DE POLIÉSTER REFORZADO CON FIBRA DE VIDRIO

Con el pozo de luz de poliéster reforzado con fibra de vidrio, Eberhard Schöck utilizó materiales innovadores conocidos hasta ese momento en otros sectores, como en la aviación o la automoción. Al mismo tiempo, se trataba del primer pozo de luz de plástico de Europa.

1979
ISOKORB

Durante unas vacaciones de esquí en el año 1979, Eberhard Schöck descubre una gran casa de vacaciones con múltiples balcones no aislados. A consecuencia de ello, las paredes presentan humedad y se forma moho en el interior. Ya durante sus vacaciones y tras descubrir este problema empieza a tener las primeras ideas y a realizar los primeros esbozos para solucionar este punto débil del edificio, tanto desde el punto de vista físico de la construcción como estático. Es el nacimiento del Isokorb.

1983
SCHÖCK ISOKORB

«En 1980 registré mi primera patente. Y en 1983 se comercializó el primer Isokorb tipo M. En las ferias DEUBAU en Essen y SWISSBAU en Basilea presenté por primera vez públicamente el Isokorb. Los visitantes a la feria se mostraron muy interesados», recuerda Eberhard Schöck.

1985
TRONSOLE

Eberhard Schöck quiere reducir con una ménsula aislada en la escalera la transmisión del impacto sonoro al subir las escaleras en las viviendas colindantes. Así fue cómo creó una protección acústica en la ménsula y de ahí nació el nombre Tronsole.

1997
COMBAR

Con Combar, Schöck presenta en la feria BAU de Múnich un elemento de refuerzo de hormigón completamente nuevo, fabricado con material compuesto de fibra de vidrio y con propiedades de material muy especiales.

1998
RUTHERMA

Especialmente para los requisitos del mercado francés, se desarrolla una nueva forma de la rotura térmica para paredes interiores. Rutherma soluciona los típicos puentes térmicos en las uniones entre el techo interior y la fachada y en las intersecciones de los soportes con la fachada.

2002
ISOKORB KX CON APOYO DE COMPRESIÓN DE HORMIGÓN

El apoyo de compresión utilizado hasta entonces en el Isokorb de acero inoxidable se sustituye por un innovador apoyo de compresión con carcasa de plástico y un hormigón fino de alto rendimiento con armadura de microfibras de acero. Gracias a ello se consigue una clara mejora de la capacidad de aislamiento térmico del Isokorb.

2003
NOVOMUR

Como especialista en soluciones de eficiencia energética, con Novomur Schöck ha desarrollado otro elemento aislante. Este forma la primera fila de ladrillos encima o debajo del techo del sótano para el aislamiento del puente térmico en la base del edificio. Este elemento logra un nivel de aislamiento que va más allá de los requisitos mínimos establecidos en la norma DIN 4108. En comparación con la mampostería de alta densidad, la conductividad térmica de Novomur es menor y corresponde a una reducción del 75 %.

2004
TACO DE ALTA RESISTENCIA SLD

Procedente del propio taller de desarrollo de Schöck, el taco de alta resistencia Stacon establece un nuevo estándar para la transmisión de fuerzas transversales en el ámbito de las juntas de expansión.

2008
ISOKORB KXT

Se desarrolla un elemento aislante y portante con elemento aislante de 120 mm.

2010
ANCLAJE TÉRMICO COMBAR

La investigación y el desarrollo aportan una innovadora fijación para fachadas denominada anclaje térmico Combar. Se trata de una alternativa energéticamente eficiente a las soluciones convencionales de acero inoxidable (vigas de celosía) para conectar los encofrados de paredes sándwich y de elementos con aislamiento de núcleo.

2011
ISOKORB R

En respuesta a la gran demanda de construcción en estructuras existentes, Schöck lanza un nuevo tipo de rotura térmica para balcones en voladizo o apoyados en edificios existentes. El Isokorb R se monta posteriormente para sustituir o ampliar balcones en caso de saneamiento.

2017
ISOKORB XT-COMBAR

En una elaborada serie de desarrollos, Schöck integra el material de fibra de vidrio de alta calidad Combar en el Isokorb para crear el tipo XT-Combar. Mediante la unión de las propiedades de Isokorb y Combar se logra la conductividad térmica mínima de 0,7 W/mK: una alternativa térmicamente superior al acero corrugado (50-60 W/mK) o acero inoxidable (15-17 W/mK). Con el equilibrio de CO2 mejorado, el producto también es una contribución a la construcción sostenible.

2018
ISOLINK

Con el nuevo producto, la fijación de fachada Schöck Isolink tipo TA-S, Schöck aporta toda su experiencia en aislamiento y carga a la fachada con ventilación trasera suspendida (VHF).

2021
SCONNEX

En febrero de 2021, Schöck anuncia el lanzamiento al mercado de la nueva familia de productos «Sconnex» en el segundo trimestre de 2021. La nueva familia de productos reduce los puentes térmicos en muros y puntales de hormigón, así como en mampostería. La reducción de puentes térmicos aumenta la eficiencia energética de edificios y optimiza el balance energético. Aproximadamente el 40 % de todos los puentes térmicos de un edificio son provocados por muros y puntales. Estos son responsables de aproximadamente el 10 % de las pérdidas de energía calorífica. Con el programa de productos Sconnex, Schöck transfiere su experiencia Isokorb del balcón al muro y al puntal. De este modo, ofrecen una solución fácil de aplicar y de alta calidad que contribuye a un concepto de edificio permanentemente sostenible.

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Desarrollo

Especialmente en retrospectiva y de forma comparativa uno puede ver cómo han cambiado los tiempos. El desarrollo de la sociedad es tan interesante como el de las distintas empresas. Schöck también ha cambiado o evolucionado en los ámbitos de la vida y con ellos también algunas cosas interesantes de la vida cotidiana.

DUELOS TEMPORALES: PASADO FRENTE A PRESENTE
1962 EMPRESA
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Eberhard Schöck inicia su carrera relativamente pronto con la Bautrupp dedicada a construir sótanos. De este modo, sienta las bases para una empresa de éxito. Empieza con cinco empleados y hasta la actualidad…

... la empresa crece hasta tener 1100 empleados. ¡Una historia de éxito sin igual!

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Después del traslado a Steinbach, los empleados de Schöck empezaron a recibir los primeros pedidos utilizando máquinas de escribir y telefónicamente en las nuevas oficinas. En la actualidad, todavía quedan algunos teléfonos de disco...

... no obstante, hoy en día los equipos de comunicación son muy distintos, especialmente en tiempos del coronavirus en los que los empleados de Schöck cada vez teletrabajan más. En Baden-Baden, los empleados trabajan en puestos de trabajo flexibles y móviles según el modelo «open space».

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1970 LUGAR DE TRABAJO
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1975 ROPA LABORAL
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Hasta los años 70, se ofrece la misma ropa de trabajo para todas las ramas, y solo había ofertas especializadas para la ropa del gremio. No obstante, en Schöck los empleados encargados de las máquinas ya vestían con una «ropa de trabajo Schöck» especial desde muy pronto.

Y hasta la actualidad no ha cambiado. El azul clásico de la empresa Schöck sigue siendo inconfundible. Pero solo utilizan la ropa laboral Schöck los empleados industriales. Para el resto, prevalece: se permite toda aquella ropa con la que uno se sienta a gusto.

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La publicidad orientada a un grupo objetivo forma parte de la imagen propia de Schöck. Uno de los primeros intentos de llamar la atención es esta fotografía para promover la ventana de sótano envuelta en poliestireno.

Con el paso de las décadas, la publicidad en Schöck también ha evolucionado. En la actualidad, se comunica de forma profesional mediante la presentaciones de los productos y fotos de ejemplos aplicados.

 

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1979 PUBLICIDAD
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1983 ISOKORB
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En el año 1983 se presenta al mercado el primer Isokorb, denominado tipo M. El elemento aislante, las barras de tracción y el apoyo de compresión, en aquella época todavía de hormigón simple, asumen un papel esencial como elemento aislante y portante. Todos los componentes se perfeccionan con el paso del tiempo con materiales modernos.

El último tipo del Isokorb modelo CXT ahora incorpora barras de tracción fabricadas con el innovador refuerzo de fibra de vidrio Combar. Una capa de Neopor de 120 milímetros adicional garantiza un aislamiento térmico óptimo. El apoyo de compresión de hormigón fino de alto rendimiento con armadura de microfibras de acero también contribuye a un producto eficiente energéticamente para el balcón.

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Contexto

«EN NINGÚN LUGAR LA VIDA ES TAN FÁCIL COMO AQUÍ», declaró el escritor Otto Flake (1880-1963) añadiendo que: «La discusión es solo sobre la época del año en que Baden-Baden está más bella». Esta y otras muchas citas reflejan el espíritu de vida en la «Kulturstädtle», la pequeña ciudad de la cultura, como la denominó la revista de viajes Merian.

BADEN-BADEN, en su día la favorita de la nobleza y la alta burguesía, no ha perdido su atractivo hasta hoy. Cuenta con lugares encantadores, como la Lichtentaler Allee. Esto hace que la región sea el lugar perfecto para vivir, también para la familia de Eberhard Schöck y sus empleados.

VISITAS GUIADAS A LA EMPRESA SCHÖCK – Incluso en los primeros años de existencia de la empresa, la sede de Baden-Baden, con su producción industrial, ya era un centro de atracción para los visitantes. En los años 70, por ejemplo, los primeros grupos de estudiantes visitaron las instalaciones, y a mediados de los 80, Schöck incluso llegó a recibir a una delegación de Sudáfrica. Desde finales de los años 90, la empresa ofrece un programa de visitas para clientes de uno o dos días.

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Visita guiada en Schöck

Baden es la tercera región vitivinícola de Alemania y, al mismo tiempo, la más meridional, con una superficie de 15 836 hectáreas. El volumen de negocio del ejercicio 2020 ascendió a algo menos de 39 millones de euros y aumentó un 5,8 % respecto al año anterior.

BADEN-BADEN, en su día la favorita de la nobleza y la alta burguesía, no ha perdido su atractivo hasta hoy. Cuenta con lugares encantadores, como la Lichtentaler Allee. Esto hace que la región sea el lugar perfecto para vivir, también para la familia de Eberhard Schöck y sus empleados.

La ciudad de Baden-Baden está repartida en varios distritos, además del núcleo urbano, el turístico casco antiguo y el barrio del balneario. Desde 1972, estos distritos también han incluido el BADEN-BADENER REBLAND con las tres comunidades de Steinbach, Varnhalt y Neuweier. Alrededor del 10 % de la población de Baden-Baden tiene su casa en este área. Y aquí es donde empezó todo para Schöck.

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Futuro

El nombre Schöck está profundamente anclado en el mundo de la construcción, pero también en el futuro. Preguntamos a clientes y empleados con qué asocian a Schöck.

Ángela García de Paredes
Paredespedrosa Arquitectos, Madrid

Schöck es una referencia en productos de construcción de alta calidad que nos solucionan a los arquitectos problemas técnicos, de aislamiento y de absorción. Sería muy interesante que una empresa como Schöck ofreciera productos para el confort acústico, especialmente para edificios públicos como bibliotecas o edificios educativos. Deseo que Schöck siga investigando en productos que mejoren la sostenibilidad y el aislamiento de los edificios para mejorar nuestra calidad de vida.

Joey Dittmar, un joven directivo de Schöck en el departamento de desarrollo, dibujó algunas ideas del mundo laboral, los temas y los posibles productos futuros de Schöck.

INNOVACIÓN

El espíritu pionero y la capacidad de establecer una y otra vez estándares para toda la industria de la construcción se ha convertido en una marca registrada de Schöck. Los arquitectos y planificadores también se basaron en esto cuando se dirigieron a los ingenieros de aplicaciones del fabricante de productos de construcción con la siguiente pregunta: «¿Tenéis alguna idea de cómo podemos aislar los puntales de forma diferente a como se hace con el aislamiento convencional de los flancos, visualmente poco atractivo?» Y Schöck encontró la solución: Sconnex.

Sconnex

Sconnex de la próxima generación protege frente a terremotos y es adecuado para la construcción en edificios existentes. Lo más destacado: la adaptación del primer hito.

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El primer Isokorb magnético para un proceso de construcción perfeccionado. Las propiedades de producto basadas en licencia se activan mediante un chip. El elemento aislante, fabricado con materias primas renovables, es por supuesto incombustible.

Isokorb IQlick 9.0

El primer Isokorb magnético para un proceso de construcción perfeccionado. Las propiedades de producto basadas en licencia se activan mediante un chip. El elemento aislante, fabricado con materias primas renovables, es por supuesto incombustible.

DIGITALIZACIÓN

En el curso de la digitalización, en 2021 Schöck une su competencia al especialista en software generic.de. Schöck adquiere la empresa con un 21,5 % y combina los puntos fuertes de las dos medianas empresas. En 2022, la nueva empresa beamionic surgirá del trabajo de desarrollo conjunto con Robotic Eyes GmbH. Con el producto «chekker» ofrece un sistema de asistencia digital completamente novedoso para plantas de prefabricados de hormigón.

ESPACIO VIRTUAL COLECTIVO

El edificio M actual solo se utiliza para la apicultura. Allí ya no hay empleados. La producción se controla a distancia a través de RV (realidad virtual) por razones de seguridad laboral.

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PERSPECTIVAS

Con Mike Bucher, esta empresa progresista dispone ahora de un director general visionario. Él mismo resume las perspectivas para el futuro de Schöck: «Trabajamos de forma disciplinada en nuestra estrategia 2025 y con ello en nuestro futuro inmediato. De todos modos, con nuestra visión "Diseñar hoy el edificio del mañana", tenemos un horizonte mucho más largo en mente. Tomamos nuestras decisiones empresariales sobre esta base y nos preparamos para 2062».

MATERIAL DEL FUTURO

El UHPC (hormigón de ultraalta resistencia) de Schöck da el siguiente paso evolutivo. Por primera vez, Schöck suministra a la industria aeroespacial con elementos de libre conformación complejos y satisface la alta demanda derivada del creciente turismo espacial. También hay una gran demanda de piezas prefabricadas sofisticadas arquitectónicamente fabricadas con el material de alta carga portante.

PERSPECTIVAS

Con Mike Bucher, esta empresa progresista dispone ahora de un director general visionario. Él mismo resume las perspectivas para el futuro de Schöck: «Trabajamos de forma disciplinada en nuestra estrategia 2025 y con ello en nuestro futuro inmediato. De todos modos, con nuestra visión "Diseñar hoy el edificio del mañana", tenemos un horizonte mucho más largo en mente. Tomamos nuestras decisiones empresariales sobre esta base y nos preparamos para 2062».

MATERIAL DEL FUTURO

El UHPC (hormigón de ultraalta resistencia) de Schöck da el siguiente paso evolutivo. Por primera vez, Schöck suministra a la industria aeroespacial con elementos de libre conformación complejos y satisface la alta demanda derivada del creciente turismo espacial. También hay una gran demanda de piezas prefabricadas sofisticadas arquitectónicamente fabricadas con el material de alta carga portante.

Selina Büchel
Aprendiz en Schöck Bauteile GmbH

Me imagino a Schöck en su 100.º aniversario como una empresa establecida internacionalmente, que se ha expandido a otros mercados relevantes. La neutralidad climática a la que aspiramos hoy en día se ha logrado y nuestros productos se basan en materias primas sostenibles. La gama de productos se ampliará a otros productos digitales, con un enfoque en la sostenibilidad y la innovación. De este modo, también se aumentará considerablemente el volumen de negocio anual. En Schöck trabajarán más empleados que ahora. El hombre y la máquina coexistirán y superarán juntos los retos existentes. El principio y los valores de Schöck no habrán cambiado. Se apoyarán más proyectos sociales en el ámbito de la formación; en este sentido, la gente seguirá estando en el centro de nuestras acciones.

«Nunca puedes dormirte en los laureles. Para tener éxito hay que seguir desarrollando cosas totalmente nuevas o mejorando las existentes.»

En memoria de Eberhard Schöck